Este domingo, el talento y la determinación de José Ramón Pelier llevaron a lo más alto el nombre de Cuba al conquistar la medalla de oro en los 5000 metros de la monoplaza (C-1) durante la Copa del Mundo de Canoa Sprint en Szeged, Hungría. Con una actuación impecable, Pelier no solo reafirmó su lugar entre los grandes del canotaje mundial, sino que también inyectó un poderoso impulso a la delegación cubana en su camino hacia los próximos desafíos internacionales.
Las cubanas dejan huella en Szeged
En el ámbito femenino, Yarisleidis Cirilo, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024, demostró su clase al imponerse en la final B del C1 200 metros con un tiempo de 50.03 segundos, superando a rivales de China y Atletas Individuales Neutrales. Su desempeño consolida su posición como una de las principales figuras del canotaje cubano y augura éxitos en las próximas competencias.
Aunque Yisnoly Francesca López y Diorgina Castillo no lograron avanzar a las finales en sus respectivas pruebas, su participación contribuyó a la experiencia colectiva del equipo, que continúa su preparación con miras a los eventos venideros.
Próximos retos: Polonia y el Mundial de Milán
La Copa del Mundo seguirá su recorrido en Polonia a finales de mayo de 2025, donde los canoístas cubanos buscarán mantener su momentum. Además, todos los ojos están puestos en el Campeonato Mundial de Piragüismo en Aguas Tranquilas, que se disputará del 20 al 24 de agosto en Milán, Italia. Este evento será clave para medir el crecimiento del equipo y afinar estrategias de cara a las grandes citas del deporte mundial.
Un triunfo que inspira
La victoria de Pelier no es solo un logro individual, sino un reflejo del trabajo y la pasión que caracterizan al canotaje cubano. Con este oro, Cuba demuestra una vez más su capacidad para competir al más alto nivel y su compromiso con la excelencia deportiva.