Los Gallos siguen aferrados a la zona de clasificación en la serie 64 del béisbol cubano. El sueño de jugar la postemporada por quinta ocasión consecutiva sigue vivo.
El joven equipo que representa a Sancti Spíritus se ubica séptimo (17-13), por delante de los Huracanes de Mayabeque (16-13), quienes cierran el grupo de privilegio, a donde aspira colarse Camagüey (15-15).
Cuando se analiza la profundidad de la nómina espirituana -aparecen catorce novatos-, es justo decir que mantenerse en la vanguardia desde el primer día resulta una heroicidad.
Y es que el equipo adolece de una figura que ofrezca seguridad en una posición tan determinante como la receptoría.La ausencia del internacional de 23 años Yaidel Guerra (1281.2 entradas) por razones médicas ha obligado a que los arreos sean calzados por Osdani Llorente (21) y Alexei Febles (19), dos bisoños sin casi fogueo en un puesto tan difícil.
En el caso del trinitario apenas acumulaba en dos series 92.0 capítulos como receptor y Febles 48.2 en la única contienda jugada. Esas cifras son insignificantes para asumir la titularidad detrás de home.
De ahí que en estos momentos a ambos muchachos les hayan robado 18 bases, con solo cinco capturados; además de sumar ocho pasboles, por mucho, los peores en este acápite en la serie.
A esa situación se suma la defensa al campo, que tampoco inspira confianza, y es responsable de 35 carreras sucias.
Para completar las penurias, la ofensiva es décima en promedio (.267), aunque penúltima en porcentaje de sluging (.350), por debajo de la media (.406), con la menor cantidad de jonrones (9) entre todos los contendientes.
Con ese panorama es más que meritoria la actuación de los espirituanos que, como fortaleza, exhiben el pitcheo, segundo en efectividad (3.66); gracias al rendimiento del bullpen, dueño del mejor promedio de carreras limpias del campeonato (2.87).
A partir de este martes los Gallos enfrentarán al líder Matanzas (22-8) en el estadio José A. Huelga, donde las miradas estarán sobre el gran Frederich Cepeda, quién está a once impulsadas de superar a Orestes Kindelán, líder histórico en ese departamento (1511).