El pabellón alemán Porsche Arena de Stuttgart asistió a un duelo intenso del grupo G de la fase preliminar del Campeonato Mundial femenino de balonmano, donde República Checa superó a Cuba 44-21 (21-10).
Fue un encuentro marcado por el contraste entre la solidez europea y las obligadas decisiones de la dirección técnica cubana, dando oportunidad a todas sus jugadoras, a las jóvenes junto más experimentadas, y por la sensible baja de su portera titular y capitana, Niurquis Mora, ausente tras regresar de urgencia a su natal Santiago de Cuba.
Cuba: mezcla de juventud y oficio en plena emergencia.
El equipo cubano afrontó el partido combinando a sus jugadoras, algunas juveniles promovidas, con las profesionales que militan en ligas de Europa, y su tecnico buscó simplificar la ofensiva con el apoyo de las mejores anotadoras.
Las jóvenes aportaron energía, velocidad en los repliegues y una defensa valiente en el adelantamiento.
Las profesionales, con mayor experiencia, intentaron sostener el ataque posicional, pero la falta de automatismos en las líneas y la defensa estudiada por las checas redujo el margen de maniobra.





Sin Niurquis Mora, importante bajo los palos, la posición fue cubierta durante todo el partido por Dainelys Herranz, que se destacó en la defensa y será la única portera de la selección en la continuación del torneo.
Un segundo tiempo de resistencia
Tras un primer acto dominado por Chequia, Cuba regresó del descanso con fuerzas para competir. Adelantó su defensa, buscó intercepciones y aceleró la primera oleada.
Durante un tramo de diez minutos logró reducir la diferencia, pero la experiencia checa en situaciones de presión volvió a inclinar la balanza. La primera línea de las europeas castigó desde los nueve metros y cerró el duelo sin sobresaltos.
Chequia: precisión táctica y lectura de juego.
El cuadro checo impuso desde los primeros minutos un balonmano técnicamente estudiado.
Circulación rápida y estable en primera línea, con un juego de pase que desarticuló varias veces la defensa cubana.
Defensa 6–0 apretada, de fuerte contacto con las jugadoras cubanas, obligando a las tiradoras a las posiciones incómodas o con lanzamientos exteriores de bajo porcentaje.
Los contraataques fueron un arma efectiva, gracias a las recuperaciones de balones y la lectura de Los espacios por los extremos.
La selección checa manejó los tiempos con autoridad, haciendo del orden su principal arma.
Chequia a ronda principal
Con la victoria final, República Checa avanza a la ronda principal del campeonato mundial y confirmó su etiqueta de equipo ordenado y metódico, con una estructura táctica que minimiza los errores y maximiza sus recursos.
Cuba en la Copa Presidente
Cuba, pese a las ausencias y con su mezcla de generaciones, mostró señales de futuro y coraje competitivo, con lo que han defendido la condición de equipo clasificado por la zona de Norteamérica y Caribe, área donde tendrá que cumplir los próximos compromisos regionales en el venidero año.
