Cuba logró su primera victoria en el Campeonato Mundial femenino de balonmano cuando entró en su segunda etapa el certamen mundialista. La Copa Presidente trajo a la ciudad neerlandesa de Bolduke a las escuadras que no avanzaron a la ronda principal, tras las preliminares disputadas en 8 grupos en ciudades de Alemania y Países Bajos.
Marcador final: Cuba 29 – 28 Kazajistán (12–14).
En la segunda mitad, Cuba dio vuelta el marcador con un parcial de 17–14 para lograr la victoria.
Dominio kazajo y resistencia cubana en la primera mitad
Desde el inicio, Kazajistán logró imponer su ritmo ofensivo y se mostró con mayor eficacia, lo que le permitió llegar al descanso con dos goles de ventaja (14–12). Las cubanas, sin embargo, no se descompusieron: a pesar de cierta superioridad del rival, pudieron mantenerse cerca en el marcador, lo que sería clave para la remontada.
Segunda mitad: remontada cubana con coraje y corazón
Tras el paso por los vestuarios, Cuba salió decidida. Con una defensa más firme y transiciones rápidas en ataque, logró un parcial favorable de 17–14, revirtiendo la diferencia y manejando la tensión final con más oficio. El último tramo del partido fue una verdadera agonía —ambos equipos lucharon por cada balón, cada ataque valía doble—, pero las caribeñas lograron mantener la ventaja mínima hasta el pitido final.
Claves del triunfo cubano
- Mentalidad de pelea: a pesar de ir perdiendo al descanso, no se vinieron abajo. Esa actitud les permitió creer en la remontada.
- Ajustes en defensa y concentración tras el descanso, que cortaron muchas de las transiciones ofensivas de Kazajistán.
- Capacidad para aprovechar los ataques decisivos: en un duelo tan apretado, acertar esas últimas opciones ofensivas fue decisivo.