El boxeador cubano Erislandy Álvarez obtuvo la segunda presea dorada para la delegación de nuestro país en estos Juegos Olímpicos, luego de derrotar al francés Sofiane Oumiha en la final de los 63.5 kilogramos.
En el Stade Roland Garros de la urbe parisina, el cienfueguero venció por votación dividida de 3-2 y dejó en evidencia al local, medallista de plata en Río de Janeiro 2016 y tres veces titular del orbe.
Con este triunfo el nuestro tomó desquite de la derrota sufrida en el Campeonato Mundial, celebrado el año pasado en la ciudad uzbeka de Taskent.
A pesar de la victoria de Álvarez, el buque insignia del deporte cubano se quedó por debajo de las expectativas. La Isla apenas sumó dos preseas en la competencia olímpica de boxeo, algo que no sucedía desde la edición de México 1968.
En cuanto al medallero de París, la actuación del joven de 23 años colocó a Cuba en la vigésimo primera posición de la tabla general.