Victoria en la gran final sobre Chipre 28-18 da el título a la selección masculina que dirigió el técnico Jover Hernández. Los cubanos inscriben sus nombres y el de la isla en el libro de la historia del balonmano moderno como el primer país no europeo en ganar el Campeonato Mundial de Naciones Emergentes.
Desarrollo
El juego estuvo muy repartido entre todos los antillanos que pisaron la cancha del Palacio de la Cultura y los Deportes de Varna. Once anotaron en la portería chipriota, encabezados por el lateral derecho Ronaldo Almeida, autor de 8 goles y electo Jugador Más Valioso del partido, por segundo día consecutivo.
Jover Hernández dio oportunidades a cada jugador para mantener a toda la alineación enfocada y en forma para cada partido, durante los 5 días del torneo y, en ese accionar, el extremo izquierdo Hanser Rodríguez logró el mejor desempeño ofensivo de toda la nómina, al marcar 23 goles y ubicarse como 5to. entre los mejores anotadores del campeonato. Mientras, Magnol Suárez, capitán y portero del equipo, clasificaba como el segundo mejor en su posición, trabajando para un 42% de efectividad.
Igualar la actuación de la pasada edición del 2019 en Georgia, donde Cuba se alzó con la medalla de plata, parecía difícil, sin embargo ganar el torneo estaba en la mente de los jugadores que repetían en la selección antillana y de los jóvenes que vienen dejando huellas desde los niveles regionales. “Podemos ganar el campeonato” se repetían los jugadores que, desde los entrenamientos en La Habana se hacían llamar Team Qué bolá”, en franca alusión a la actuación que del equipo cubano de béisbol en el Clásico Mundial.
Cuba vs Chipre
Los representantes de la isla mediterránea habían ascendido de forma limpia, sin contratiempos, desde el Grupo B, donde derrotaron consecutivamente en la ronda preliminar a los representativos de Australia y de República de Moldavia. Luego, en semifinales, vencieron al de India y quedaron listos para la final ante Cuba.
Los caribeños, por su parte, estaban tan enchufados que pasaron por alto el largo viaje y las agotadoras escalas de casi 48 horas para llegar a tiempo a la sede desde que salieron de la La Habana el pasado día 23. En el camino a la final, superaron por orden a Gran Bretaña y Guatemala, en el Grupo C, y vencieron en semi al elenco anfitrión, Bulgaria.
El triunfo
El título y trofeo colocan al balonmano cubano en la mira de los especialistas y consolida posibilidades para jóvenes figuras que podrían abrirse paso en ligas de Europa, mientras que las que se sumaron a la convocatoria de la selección nacional son seguidos desde sus clubes que miran con agrado el desarrollo y las potencialidades de los jugadores que han contratado.
El resultado más valioso en las aspiraciones del desarrollo como deporte de equipo en Cuba fue explicado por el seleccionador nacional Jover Hernández: “Tenemos reunidos a la mayor cantidad de jugadores con posibilidades de participar en la competencia fundamental, los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, por eso el torneo de Naciones Emergentes llegó en el mejor momento de la preparación para el equipo Cuba”.
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