Kevin Rueda parece un estudiante de preuniversitario. Los pocos bellos faciales que adornan su rostro se unen al color que pinta el cabello rizo del joven de 21 años. A esa edad ya amasa lo que considera una gran fortuna.
“Un niño que ha cumplido su sueño y todo lo que se ha propuesto. He trazado metas y las he logrado”
Kevin capitalizó su riqueza en apenas unos meses, en los que dejó de ser el apacible residente del reparto el Tenis en la capital espirituana hasta convertirse bajo los tres palos en inquieto pulpo para-goles en el Futbol-Sala.
“Salir de jugar en mi barrio a jugar un campeonato nacional y ser campeón de Cuba; integrar la selección nacional de mayores, jugar mi primer pre-mundial y ser subcampeón logrando la clasificación mundialista con apenas veinte años y obtener mi primer título internacional que fue ser Jugador Revelación ha sido un cambio súper grande en mi vida y en mi carrera deportiva”
Kevin es el primer jugador nacido en Sancti Spíritus que alcanza la condición de internacional en el fútbol sala en la posición de portero, donde sueña seguir firmando grandes atajadas.
“Lo primero es integrar la selección que va al pre-mundial de CONCACAF del 2026, y lograr la clasificación para lo que sería mi segunda Copa del Mundo. A nivel individual seguir creciendo y superándome como jugador y como persona”
Desde la pasada temporada el club Sporting Rivas de Nicaragua cuenta con los servicios del cubano.
“Una experiencia muy bonita porque ya no juegas en tu país; donde tienes un público que te lo ganas según tus resultados y como te desempeñes en la cancha”
¿Qué objetivos tienes para la temporada actual que se inició a finales de octubre?
“Será mi segunda temporada, y quiero ser campeón con mi equipo. Individualmente me sentí bien el año pasado porque tuve buenos resultados, voy con la ilusión de repetir ese trabajo”.
El que es la nueva cara del fútbol sala espirituano, forma parte del sistema deportivo de Ciego de Ávila, donde encontró terreno fértil para crecer, gracias a la visión del entrenador y vecino Rafael Paneca.
“Él fue quien vio todo mi potencial desde que tenía quince años y siempre me dijo que tenía toda la fuerza para llegar al equipo nacional. En el 2021 está la selección nacional en Ciego preparándose para el Mundial y Paneca, que estaba allá, me dice que fuera. Aquí en Sancti Spíritus no me habían convocado para el campeonato nacional. En Ciego me pusieron 30 minutos contra la selección nacional, no recibí goles y me dijeron que siguiera preparándome. A partir de ese momento sentí que era un portero”
Con la humildad intacta y la mirada fija en el balón, Kevin demuestra que el talento no entiende de fronteras, y que desde su amada portería defiende la ilusión de quienes creen en el sacrificio y la perseverancia.
