Rusia dominó ampliamente con 8 títulos de 9 posibles el campeonato mundial de gimnasia rítmica, efectuado en Bakú, capital de Azerbaiyán.
La joven de 21 años Dina Averina volvió a convertirse en la reina absoluta de la justa, subiendo a lo más alto del podio en el concurso de máximas acumuladoras y en tres de las cuatro finales por aparatos, además de formar parte del equipo que se colgó el oro en el concurso completo por selecciones.
En Bakú, la joven maravilla selló la victoria en los concursos de mazas, cinta y pelota, y alcanzó su tercer título mundial consecutivo en el concurso completo con una alta puntuación de 91,400 unidades, por delante de su hermana gemela Arina y la israelí Linoy Ashram.
En su brillante carrera deportiva con anterioridad se había proclamado campeona individual absoluta en Pésaro (Italia) en 2017 y Sofía (Bulgaria) en 2018.
Rusia también dominó el concurso general de conjuntos y la rutina de dos aros y tres pares de mazas, y solo cedió ante Japón la prueba de conjunto con 5 pelotas.
Israel fue la otra nación con una actuación destacada, con 4 medallas de plata y 2 de bronce.