La gimnasta estadounidense Simon Biles vuelve por todo lo alto a la competición olímpica.
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Los síntomas de preocupación también se dieron cita en París, principalmente por la venda que sobresalía en su tobillo izquierdo. Sin embargo, Biles revalidó su condición histórica y completó la clasificación para establecerse líder en las modalidades individuales, justo después de la segunda sesión.
Su entrenadora Cecile Landi declaró que la deportista de 27 años enfrentó ligeras molestias en las pantorrillas, que se agravaron en la rutina de suelo, la segunda de las cuatro presentaciones del domingo 28 de julio.
Las imágenes más fuertes se asomaron justo al concluir el calentamiento. Desapareció de la pista y regresó acompañada por uno de los médicos, quien parecía limitarle una pierna, pero ella volvió a la altura de las expectativas. La de mejor trayectoria puntó 59.566, poco más de dos unidades por delante que su coterránea Sunisa Lee.
Biles venció con creces los problemas de salud mental que la despojaron de títulos en Tokio, prueba fiel de resiliencia y añoranzas. Con mayor ímpetu se le espera en las finales de cada una de las pruebas, en la que su seguridad puede elevarla otra vez a la cima del medallero.