25/04/2024

Telerebelde

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Carlos Daniel Albornoz,

Persiguiendo a Albornoz, el mayor talento en desarrollo del ajedrez cubano

Carlos Daniel Albornoz, titulado campeón de Cuba en 2019

Cuando transcurría el Campeonato Nacional Masculino de Ajedrez del pasado año en el Hotel de la UJC, en el reparto capitalino de Altahabana, como reportera al fin, el lente de mi cámara casi siempre perseguía a los favoritos: Yusnel Bacallao, Isan Ortiz, Yuri González… Eran los nombres que más sobresalían entre aquella docena de trebejistas que se disputaban el título de Cuba. Mientras transcurría la penúltima ronda, un aficionado que apareció de la nada, se me acercó lentamente y me susurró en un tono muy bajo:

-“Periodista, ¿sabe usted quién es Carlos Daniel Albornoz?”

-“Claro” –riposté enseguida, con tono de yo sí sé ante alguien que creía estaba poniendo en duda mi conocimiento, mientras lo señalaba con el dedo índice-. “Es el jovencito de Camagüey que anda jugando muy bien últimamente”.

-“Pues mire, periodista. Ese que usted me señala no es cualquier jugador; ese niño es el mayor prospecto del ajedrez cubano. Albornoz es el futuro Leinier de Cuba. No pierda la oportunidad de hacerle una entrevista, se va  a acordar de mí dentro de unos años”.

Y como aquella que no quiere las cosas, tras finalizar la última ronda y coronarse Yuri González, quise probar suerte y aceptar el consejo. Me le lancé micrófono en mano a Albornoz con muchas interrogantes. Él, tímido, respondía cada una de mis preguntas con la modestia de un jovencito que aspira a ser cabeza de león, pero que no quiere que los demás lo noten.

-“Yo estudio mucho, dedico entre seis y ocho horas al día al ajedrez, siempre y cuando la escuela me lo permita, pues tengo que llevar a la par el preuniversitario y mi deporte”, me comentaba entonces aquel muchacho de 17 años.

Menos de 12 meses transcurrieron y Albornoz ya estaba en boca de todos. Hoy es el mayor prospecto del ajedrez cubano, no cabe la menor duda. Y ante la reciente salida del equipo nacional de Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón, nuestros dos principales ajedrecistas durante muchos años, en el jovencito camagüeyano, que ya tiene 18 años, radican las esperanzas del juego ciencia en nuestro país.

2018 fue un año importante. Completó su título de Gran Maestro y se coronó en el segundo torneo de ajedrez de mayor prestigio de América Latina después del Capablanca: el Carlos Torre Repetto in Memoriam, convirtiéndose en el jugador más joven en agenciarse el primer lugar en este certamen.

Pero el 2019 parece sonreírle también a su favor. En febrero pasado se convirtió en el campeón de Cuba, posteriormente fue invitado al torneo selectivo “Accentus Young Master 2019” en Suiza, en el que, con anterioridad, Bruzón había sido el único cubano que recibiera la invitación.

Días después, Albornoz recibe su título de Gran Maestro y también la noticia de que, junto a Yuri González, jugaría en el grupo Élite del Capablanca.

-“Uno de mis sueños desde niño era ese y gracias a Dios está a punto de cumplirse en el próximo mes de mayo. Estoy muy entusiasmado y con muchas expectativas de competir a ese gran nivel, pues enfrentaré a rivales muy fuertes y con destacados resultados a nivel internacional. Y más en el caso de Ivanchuk; sin duda alguna un jugador excepcional a quien admiro mucho, y quien debe ser el rival más difícil por su experiencia y competitividad en estos torneos”.

¿Cómo te has preparado para el Capablanca in Memoriam teniendo en cuenta que nunca te has enfrentado a la mayoría de los rivales que tendrás en ese torneo?

-“Recientemente terminé de analizar todas las partidas de mis más recientes torneos y, a partir de este mes, me prepararé en función del Capablanca. Haré mucho énfasis en la parte física y psicológica, factores claves para obtener un buen resultado. Por supuesto, también trabajaré la parte teórica, la técnica y la táctica. Y entre el 21 y el 27 próximos participaré en la Copa Bolívar, en Cartagena, Colombia, a donde fui invitado, y sin dudas este torneo también me ayudará mucho para el Capablanca”.

– ¿Sientes presión por jugar en tu país, teniendo en cuenta que en los últimos años la actuación de los cubanos en el Grupo Élite del Capablanca no ha sido satisfactoria? ¿Te crees capaz de romper ese «maleficio»?

-“Intentaré eliminar toda presión que pueda existir, precisamente, para obtener un buen resultado y, con el favor de Dios, romper esa mala racha en este torneo”.

-Muchos aseguran que eres el mayor prospecto que tiene hoy el ajedrez cubano. ¿Qué crees al respecto?

-“No cabe duda de que estos últimos torneos han marcado mi despunte en el ajedrez, pero esa es una afirmación que no debo hacer yo. Siempre trato de concentrarme en jugar lo mejor posible y que el resultado llegue por sí solo”.

-Ahora mismo tienes un Elo de 2578 puntos, el cuarto mejor coeficiente del país y el segundo más bajo del Grupo Élite del Capablanca. ¿Cómo ves los 2600? ¿Cercanos, lejanos… alcanzables en poco tiempo?

-“Es mi meta más cercana y espero alcanzarlos en los próximos torneos.Sé que no es fácil pero me prepararé muy fuerte para conseguirlo lo más rápido posible”.

-¿Principales sueños, metas inmediatas y a largo plazo?

-“Además de tener una buena actuación en el Capablancay sobrepasar los 2600 puntos Elo, jugar la mayor cantidad de torneos posibles en Europa, clasificarme para la Copa del Mundo de este año y representar a Cuba en la Olimpiada Mundial del 2020. A largo plazo…superar los 2700 puntos Elo, llegar a la élite mundial y mantenerme entre los mejores jugadores del mundo.

“Pero para lograr todo ello es imprescindible el apoyo de la Federación Cubana de Ajedrez y del INDER, no solo para mí, sino para todos… El mismo tema del acceso a Internet nos está afectando mucho, pues es una herramienta clave para superarnos con la que aún no contamos y que, sin embargo, es hoy el principal instrumento de trabajo de todos los ajedrecistas del mundo”.

Fue esta la segunda vez que entrevisté a Albornoz. Quisiera acordarme ahora de aquel aficionado que me dio uno de los pronósticos más certeros que he escuchado en mi corta vida profesional, pero desgraciadamente no soy muy buena fisonomista. Lo cierto es que, desde aquel día de febrero de 2018, cuando me advirtieron sobre este joven ajedrecista, no he dejado de seguirlo en ninguno de sus torneos. Ojalá y un buen desempeño suyo próximamente en el Capablanca sea el pie forzado para ponerlo, una vez más, frente a las cámaras y micrófonos de Tele Rebelde.

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