El histórico mallorquín se despide de la que luce como su última cita bajo los cinco aros ante uno de sus rivales de época.
El reencuentro se esperaba en medio de varias sensaciones, por tratarse de una de las temporadas más complejas para ambos tenistas.
Djokovic mantiene la venda sobre sus piernas, mientras Rafa se da a sí mismo un timpo extra, una oportunidad más para cerrar con broche de oro su basta carrera.
Ya dentro del partido, Nole demostró como pese a marcadas ausencias y limitaciones, aún se mantiene cerca de la cima de la ATP. Aprovechó al máximo las dejadas cerca de la red, justo después de mover al férreo oponente hacia los extremos de la cancha. Nadal no dispuso de la velocidad adecuada para asumir los contrastes de los golpes contrarios.
El distinguido Rey de Roland Garrós vio como le arrebataban el boleto a Octavos de Final en su propia casa, una que Djokovic conquistó en tres ocasiones, pero quizás esta sea la más especial.
El ganador de la justa declaró, justo al finalizar, que pretendió incomodar al balear en cada oportunidad para negarle el característico ímpetu con el que regresa a los partidos, incluso en su situación actual.
Tras el resultado, regresaron las teorías de varios periodistas sobre el retiro, posibilidad que el español negó rotundamente, sobre todo por continuar en el torneo de Dobles junto al coterráneo Carlos Alcaraz.
Precisamente, el murciano se impuso sobre el neerlandés Tallon Griekspoor en su choque individual.
El segundo cabeza de serie de la lid dominó el primer parcial, pero en el segundo necesitó un tie-break para remontar y despedir al contrincante. De esta manera certifica los pases en las dos modalidades que disputa y continúa la construcción del camino hacia la historia olímpica.